Siéntate, te invito a un café.

Estoy seguro que la vida son etapas, hoy lo tengo muy claro. Pero eso, son los pensamientos de hoy, los que con el tiempo y la experiencia han terminado por depositarse dentro de mí. Hasta no hace muchos años, cuando escuchaba alguna conversación, o algún consejo del tipo "pregúntate a ti mismo" o " necesitas hablar contigo" me echaba a reír.
-Habla contigo mismo dice, menudo flipado/a. El mundo está lleno de iluminados, me contaba a mi mismo..
Conforme he ido viendo y viviendo, he aprendido que la vida es como estudiar para un examen. La vida también está desglosada por temas, por etapas. Tienes que estudiarte muy bien la lección si no quieres suspender. Y amigo/a, piensa detenidamente las veces que suspendemos por no prestar atención a la lección en la que nos encontramos. En el sistema educativo estudias matemáticas, literatura, fechas o nombres de personas de diferente relevancia, acontecimientos que cambiaron la historia, etc. En el temario de la vida, las lecciones se estudian en forma de práctica. Tu primera pareja, tu primer trabajo, el desamor, la pérdida de personas, las grandes tormentas emocionales que acontecen a lo largo de tu vida, desencuentros con amigo/as, incumplimiento de expectativas, etc.
Sabes que es verdad, sabes que es así.
-Venga vale, puede que sea cierto, pero, ¿ que tiene que ver esto con hablarte a ti mismo como un flipado de la vida más?. No fastidies, no tengo otra cosa que hacer que ponerme ahora a perder el tiempo con bobadas de esas.
Pues lo creas o no, te hablas, ¡claro que te hablas! ¡Todos nos hablamos!
- No Rubén, yo no.
Si amigo/a, tu también lo haces. Seguramente te pasa como me pasaba a mí, lo haces pero no eres consciente. Venga, te pongo algún ejemplo. Si eres de mentalidad abierta y haces el ejercicio de ser sincero, probablemente asumas que es cierto, que tu también te hablas. Pero tranquilo/a, esto es solo para ti, no tienes que compartirlo con nadie.
Alguna vez, cuando has hecho algo que no sale como esperas, alguna situación que se tuerce, nunca te has dicho...¡Rubén eres idiota!, ¡pero mira que lo sabía! ¡No tío no, a si no! ¿pero como no lo he visto antes? ¿pero como puedo ser tan ignorante? ¡Si es que la culpa es mía! ¡Si es que soy imbécil! Mira, yo no sé, si a ti te pasa, pero te soy muy sincero, estas y muchas preguntas más, me las he formulado sin saberlo muchas veces.
Entonces, claro que te hablas. Sabes que te cuento lo que yo vivo, nada más. Mira, mi problema no es que no me hable, mi problema es que cuando lo hago, lo hago mal, (me hablaba, hoy tengo mucho trabajo detrás) ,muy mal, me hablaba a gritos. Ese era uno de los problemas que tenía, el otro es que no escuchaba, nunca lo hacía. Por mucho que me gritase, Rubén nunca escuchaba. Mi antigua jefa me dijo alguna vez que oía mucho, pero escuchaba muy poco. Espera, ¿o me lo dijo en varias ocasiones? Ya dudo, no me preguntes la razón.
El caso es que un día, el libro de la vida se te abre por el tema del auto conocimiento, del prestarte atención. En este tema, descubres que por muchas horas de estudio que le metas, no vas a conseguir avanzar. ¿ Entonces? Pues al final me relajo y hago lo que tantas veces he criticado a lo largo de mi vida, decidí invitarme a un café, decidí escucharme.
-Otro flipado, otro iluminado dirás.
Pues no voy a ser yo quien te de o quite razón, pero un día me pregunté. Rubén, ¿ quien te conoce tan profundamente como para ser capaz de ver donde no se puede ver? La respuesta estaba clara. Tú. Tú y solo tu. Tu eres quien mejor te conoce, llevas toda la vida contigo, tu y tu propio "yo" vais a todos los sitios juntos, reís juntos, os gustan las mismas cosas, vamos, que os entendéis.
De verdad, prueba a invitarte a un café. A mí no me hagas caso, pruébalo tu mismo/a. Cuando lo hice saqué muchas conclusiones:
1. Claro que el mundo está lleno de iluminados, pero también de ignorantes como yo. Cuando dejas de juzgar, de reírte de lo que no toca y de criticar todo aquello que no entiendes, descubres otra manera de ver la vida, otra manera de procesar muchas cosas. Descubrí, que el juzgar y criticar, únicamente lo hacía para intentar tapar u ocultar mis propias carencias. Hoy sigo trabajando esto profundamente. Tiendo a equivocarme y vuelvo a caer cuando bajo la guardia.
2. Cuando me senté a tomarme un café conmigo mismo, descubrí, que me gusta más el café con miel, que con azúcar ( mi "yo" lo pidió con miel). Aprendí también, que no es cuestión de preguntar, sino de formularte bien la pregunta. Cuando vas cogiendo práctica y comienzas a navegar en tu propia consciencia, terminas por hacerte preguntas que te cuesta tanto responder, que sin saberlo, vas pasando de nivel.
3. Un café con un buen amigo/a te carga de energía, seguro que también te sucede. Un café con tu "yo" te carga de vida. He aprendido que las decisiones más importantes no las volveré a tomar solo, ahora quedo con mi "yo" para tomar un café y decidir. Dicen que para llegar rápido, debes ir tu solo. Pero para llegar lejos, mejor hacerlo en equipo. Pues bien, no se te olvide de incluir a tu "yo" dentro de tu equipo.
-Rubén, ¡te perdemos! Pero, ¿ que te pasa?
Critica, ríete, haz el pino puente si lo deseas. Tu decides. El mundo está lleno de personas que prefieren quejarse y reírse, antes de esforzarse a probar algo diferente para cambiar algo que no les funciona.
Pero de verdad, invita a tu "yo" a un café, un poleo menta, o a dar un paseo. No volverás a estar solo/a, las decisiones si lo haces bien, las tomarás de manera mucho más consciente. En ese café, cuéntate que pasa si haces esto o lo otro, que consecuencias tiene que decidas una cosa u otra, pregúntate si esto lo haces por que tu quieres y te apetece o por satisfacer a otras personas.
Las decisiones más valientes que he tomado, han tomado forma una tarde de tranquilidad, con un café sentado junto a mí mientras me recordaba lo bueno que tengo, tenía y tendré. Sin gritos, sin prisas, sin rencores, pero también sin ningún tipo de limitaciones.
¿Te gusta lo que haces? ¿esto es lo que quiero hacer? ¿Como me gustaría estar dentro de X tiempo? ¿estoy viviendo la vida, o la vida me está consumiendo sin saberlo? ¿ qué metas tengo? Pero, ¿ como puede ser que no tenga metas? ( por cierto, ser feliz no es una meta, es un derecho que te concede la vida, otra cosa es que quieras o no entenderlo) No me gusta dónde estoy, ¿ que puedo hacer para cambiarlo? ¿ por donde puedo empezar? Pregúntate lo que quieras. Para obtener una buena respuesta, debes de hacerte una muy buena pregunta. Asegúrate de preguntarte de tal forma que puedas avanzar siempre. ¡Venga!, ¡confía en ti!
Pero ya sabes, no me hagas caso. Sabes que soy demasiado joven para dar consejos, por eso solo te cuento lo que he vivido en primera persona. Únicamente te pido que apuntes esto en tu cabeza:
SOLO HAY UNA PERSONA QUE NUNCA PUEDE DUDAR DE TI, Y ESA TIENES QUE SER TU.
Recuerda, lo que haces en el presente condicionará tu futuro. No lo digo yo, lo dice la vida. Tu decides.
Y como siempre, os deseo un presente exageradamente estupendo.
Correo: dtp.rubenarroyo@gmail.com