Secretos para vivir sin esfuerzo.

Nos has educado de tal manera, que hemos interiorizado que en esta vida, no hay progreso alguno, si no nos hemos esforzado con anterioridad. Nos han metido a las bravas, que la vida no regala nada a los mortales, si estos no pagan con mucho esfuerzo, todo lo que se les concede. Vivimos rodeados de creencias tales, como que es imposible tener éxito sin sufrimiento, ni triunfo alguno sin esfuerzo. Esta lección, la aprendí demasiado tarde. Te lo quiero contar hoy. Igual, tu estás a tiempo de poder evitarlo.

- Entonces, ¿Se puede vivir sin esfuerzo?

- Pues, sí y no. 

Soy muy consciente, que lo que hoy voy a contarte, despierta mucha controversia. Antes de continuar, es de obligado cumplimiento recordar, que te cuento mis vivencias y mi manera de pensar, por si te ayuda en algo. De ninguna manera, intento convencerte de nada y mucho menos obligarte a que lo pongas en práctica, puesto que aquí, ya somos todos bien mayorcitos. (Esto último va más por vosotros, yo soy un chavalito de apenas 43 otoños).

Para mí, no es que sea posible vivir sin esforzarse, es que siendo muy sincero contigo, creo que es algo más que necesario. Sé que te puede sonar raro y sabes que no suelo dar consejos, pero en este caso, voy a atreverme a regalarte uno. " NO VUELVAS A ESFORZARTE JAMÁS ".

Aún sin poder verte, sé que has puesto cara de circunstancias, pero no, no me he equivocado. No vuelvas a esforzarte si tienes opción de hacerlo. Ahora bien, una cosa es intentar vivir sin esforzarte, y otra muy distinta es vivir sin hacer nada. ¿Has oído la expresión esa de...me voy a tirar a la Bartola? Pues, no conozco a la Bartola, tírate a quien quieras, pero eso no hace que puedes vivir sin hacer nada.

- Pero, si tu has dicho que...

He dicho que no te esfuerces, porque aprendí, que solo nos esforzamos cuando nos toca realizar algo que no nos gusta, algo que no nos agrada. Puede sonar parecido, pero créeme, no lo es. Yo creo en trabajar duro, no en hacer cualquier tipo de proceso mediante el esfuerzo.

Cuando no te gusta y no te motiva para nada tu trabajo, estar allí 8 horas, te supone un calvario. Un auténtico esfuerzo el aguantar al jefe de turno, a los compañeros, las luces, las sirenas, los putos folios.... Cuando tu trabajo te gusta,  esas 8 horas, las trabajas con mucha más intensidad, trabajas de manera más eficiente y además con mucho mejor ánimo. Tu jefe es un tío enrollado, tus compañeros un amor, y el blanco de los folios y te transmites tanta paz...

A mi, me encanta la lectura.  Hace que sea capaz de  trasladarme a momentos únicos de revelación y aprendizaje. Pues bien, quién me conoce, sabe que entre el millón de cosas que debo mejorar, la cabezonería es una de ellas. Cuando comienzo un libro, he de terminarlo. Dejar un libro a medias, es como estar en la sala de urgencias de un hospital esperando 7 horas, y cuando sabes que el siguiente en entrar eres tu, decides irte. 

- Absurdo Rubén.

- Cierto. La vida me contó que estaba perdiendo el tiempo. Trabajé duro para cambiarlo.

Aprendí, que todos esos libros que forzaba a terminar, esos que me costaban un esfuerzo enorme darlos fin, a las pocas semanas, no recordaba nada. Ni su argumento, ni personajes de la historia, ni una triste recomendación. Hoy, cuando un libro me gusta, leo de manera intensa para terminarlo, para disfrutarlo, para aprender todo cuando pueda llevarme del mismo. ¿Entiendes a lo que me refiero?

Te lo vuelvo a repetir, cuando haces algo que te gusta, avanzas, trabajas duro, muy duro, y cuanto más duro trabajas, más quieres. Cuando te tienes que esforzar, estás deseando terminar esa tarea. Únicamente te centras en ponerle fin, pero nunca pasión.

Cuando te llama una persona y quedar con ella, por la razón que sea, te supone un esfuerzo, es señal que esa persona tiene que estar fuera de tu círculo, por lo menos en ese momento. Cuando ir a trabajar te supone un esfuerzo, es que tu trabajo no te gusta, no lo disfrutas. No es sencillo, pero busca hacer ese trabajo que te hace feliz. Si hacer rutinas en el gym te supone un gran esfuerzo, es que posiblemente, a ti te venga mucho mejor hacer deporte al aire libre. Estarás más motivado, trabajarás más duro y con más ganas tu cuerpo.

El éxito, no llega por esforzarse en terminar las cosas que no nos agradan.
El éxito, llega gracias al trabajo duro, al sacrificio, al aprendizaje, a la perseverancia, y sobre todo, al amor y el disfrute de todo cuanto haces.

Creo mucho en la disciplina, la perseverancia y el trabajo duro. No así en el esfuerzo como tal. Y claro que hay momentos que no hay más remedio que esforzarse con algo, pero hago todo lo que se pueda por simplificar dicha parte. 

El trabajo duro y la perseverancia, me han ayudado a superar momentos muy complicados, y me enseñaron en su momento, a no darme nunca por vencido. Y te puede sonar absurdo, pero he aprendido, que cuando me esfuerzo con algo, termino por darme por vencido.

Ahora te invito a que hagas un ejercicio mental. Haz una lista de todas esas cosas que prometiste hacer y nunca has terminado. ¿Te costaba mucho esfuerzo realizarlas? Te rendiste ¿verdad? 

- ¡¡¡Pumm!!! Lo sé. Te acaba de explotar la cabeza. 

Acabas de entender al 100% a lo que me estaba refiriendo con lo de no esforzarte.

El trabajo duro, te aporta gratificación cuando lo terminas. Disfrutas todas las horas empleadas, el cansancio, la superación de problemas... Cuando terminas un proceso el cual te ha supuesto un gran esfuerzo, lo único que sientes es alivio por haberlo terminado de una santa vez y así no volver a realizarlo.

Lo que haces y decides hoy, es lo que recibirás mañana. Sabes que esto lo enseña la vida. Yo por mi parte...

Te invito, a que trabajes duro, muy duro tu desarrollo personal. No te esfuerces en ser una mejor versión de ti, si lo haces, terminarás por rendirte. Trabaja duro en hacer el cambio. Sé flexible, fallar, es parte del proceso.

Te invito, a que trabajes duro en tus finanzas domésticas. Sabes que soy apasionado del mundo de las finanzas y la inversión, por ello me permito la confianza de recordarte su importancia. No te esfuerces en mejorar tu método de ahorro, terminarás por no hacerlo si te toca esforzarte.

Te invito, a que trabajes mucho y muy duro tus relaciones sociales. Si llamar a un amigo para ofrecerle ayuda por cualquier razón te supone un esfuerzo... Si te supone un esfuerzo agradecer a quién a ti te ayuda... es más, si te supone un esfuerzo pedir esa ayuda...siento decirte que terminarás por perderlo todo. 

Te cuento todo esto, porque tardé mucho tiempo en aprender la diferencia entre trabajar duro y de manera constante, y hacer las cosas mediante el esfuerzo. Por ello, he perdido demasiado tiempo en procesos que terminé abandonando, y he realizado muchos otros, obteniendo unos resultados pésimos por culpa de las prisas, por pensar únicamente en terminarlos.

Alguien muy cercano a mí, me recuerda mucho la importancia de ser constante y perseverante. Y lo hace, no solo con palabras, también con echos. Es cuando descubres, que hay ciertas cosas, que nos funcionan a todos. Solo hay que querer verlo y no dejarse abrazar por esfuerzos absurdos y excusas sin recorrido.

Antes de irte, me gustaría que me respondieses a esta pregunta:

¿ Crees que es posible vivir sin esforzarte ?

Ya me contarás, estoy deseando leerte.

Te deseo mucho trabajo duro, mucha constancia y una semana exageradamente reveladora.