No sé, si quiero entrar en el cielo

¿Sabes estas veces, que te encuentras en un momento que no sabes lo que quieres de verdad? Te hablo de todas esas veces, que llevas persiguiendo algo con todas tus ganas, con todas tus fuerzas, y cuando estás más cerca que nunca de conseguirlo, ya no sabes si eso era lo que de verdad querías.

- Pero, ¿Ahora que es lo que te pasa? La guerra que has dado para entrar, y ahora que tienes contrato de prueba...

- No lo sé, me surgen dudas. ¿Nunca te ha pasado?

Seguramente, tu que estás leyendo esto, me entiendas.  Tengo una sensación, una falsa percepción, que todos a mi alrededor saben que camino tomar. Todos menos yo. Estoy convencido, que te ha pasado en algún momento. La cuestión, es que por estas indecisiones, termina por visitarme la angustia, me siento vacío y carente de propósitos ahora mismo.

Estoy aturdido. El otro día, lo hablaba con una muy buena amiga. Hablábamos de nuestras metas, nuestros objetivos. Y despachábamos, si eran nuestros de verdad, o era lo que la sociedad nos había grabado a fuego en nuestro subconsciente, sin que nosotros nos hayamos percatado hasta ahora. Ya sabes, el tener pareja, después cásate, ten hijos, busca un trabajo "fijo"... siempre es lo mismo, y siempre en el mismo orden.

Estoy en esa misma situación. No sé, si quiero entrar en el cielo por voluntad propia, o porque a nivel social, es el que me han inculcado y taladrado lentamente en mi cerebro. 

- Ostras Rubén, si que te veo perdido, pero que muy perdido.

Pero, ¡¡¡es cierto!!! Otra persona, después de leer el primer capítulo me comentaba; 

- ¿De verdad lo bueno es el cielo? ¿Sabes que lo ángeles son puros y no tienen sexo? ¿Sabes que en el cielo no hay iglesias, porque todo él es una iglesia en sí? ¿No te han contado, que allí, solo se reza y se toca el arpa en los ratos libres?

Y claro, pues comienzo a pensar. ¿Y si tienen razón? ¿Será el cielo como lo pintan, o será la planta de abajo dónde está la diversión? Date cuenta, en el cielo no hay chuletones, seguro. Porque eso es gula, y si tu compañero de nube no tiene, será envidia. No puedes mandar al carajo a nadie, eso es ira. Me gusta despertar el domingo tarde, pero claro, eso es pereza, además, aquí el domingo debe ser un día de mucho transito. Y eso que dicen que el domingo es para descansar. De la lujuria, ya no te cuento nada.

Me he dado cuenta, que al final, siempre aparece alguna persona que opina, que intenta guiarte o enseñarte el camino. Muchas veces, un camino que esa persona jamás ha transitado. Y no me refiero a todas las personas que te comentan algo con la mejor intención. Sabes que me refiero a todo/as las demás.

Al final he decidido, proceder como otras tantas veces. Me he preguntado a mi mismo, que es lo que quiero. Y con esa pregunta, ando buscando mi propia respuesta. Te invito que hagas lo mismo con todo aquello que te pasa y te hace sentir de igual modo.

Sé, que lo que decides hoy, será el resultado de mañana, no lo digo yo, puesto que soy exageradamente joven para dar consejo alguno, pero lo dice la vida. Y aprendí, que no se puede luchar contra molinos, con la vida, muchísimo menos.

- ¿Como piensas hacerlo?

- Pues, como llevo haciendo ya bastante tiempo, que para ser mi angel de la guarda, deberías de haberme visto ya en multitud de ocasiones.

Pues de inicio, observando y probando. Me han comentado, que en el cielo siempre hay luz, y que eso es el paraíso. Yo necesito oscuridad para dormir, igual el exceso de luz no me va bien, igual no es lo que necesito. Pero antes de cuestionarme nada, o dejarme convencer, he de probarlo yo mismo.

He aprendido, que la única manera para aprender a caminar, es caminando. La única manera de hacer cosas nuevas, es probar cosas nuevas. Si te quedas con las experiencias de tu amiga, de tu cuñado, de tu vecina, pues nunca avanzarás. 

Equivócate tú, y serás tú quien avance.

Después trabajo el autoconvencimiento. Porque de nada sirve probar y observar, si no estoy convencido de la dirección que estoy tomando. Saldrá bien o mal, pero he de tener claro que camino hay que seguir. Es como cuando quieres cambiar de trabajo, si no sabes a que te quieres dedicar, te toca buscar el camino, y la mejor manera es probando.

El tercer paso, es aprender a decir que NO. Lo digo muchas veces, agradece a quien te quiere ayudar e ignora a quien te quiere perjudicar. Pero identificar ambos, muchas veces es tarea complicada. Lo mejor es decir que NO. Es tan básico, que créeme, es realmente difícil. Y no te preocupes por ello. Quien te quiere de verdad, no se enfadará cuando reciba tu NO. Quien se enfade, no buscaba ayudarte, buscaba su medalla.

- ¿Lo has pillado verdad?

Y como penúltimo paso, disfruta de todo el proceso. Porque cuando disfrutas, encuentras. Cuando disfrutas, vives. Y cuando vives, aprendes. Pero a mi no me hagas caso, pruébalo, ya sabes. Yo no quiero ser ni el amigo que te da consejos, nunca doy ninguno, ni el cuñado que te cuenta su batalla, ni mucho menos el vecino que te aborda en el ascensor.

- Suena bien Rubén, es cierto que te he visto hacerlo, pero no puedo recordarlo todo. No solo soy tu ángel de la guarda, ahora mismo hay tres ángeles de la guarda de baja médica y andamos de guarda con más de uno de vosotros. No llegamos. A ver si ponen al final lo de la jornada a 37,5 horas y...

- Me quedas todo loco, estoy flipando. 

- Pues no lo flipes, lo tenemos metido en el SAG (Sindicato de Ángeles de la Guarda), cuando sepa algo te comento, Por cierto, si ese era el penúltimo paso, ¿cual es el último?

El último, como no puede ser de otra forma, es visualizar. Con cada decisión que debo tomar, siempre hago el mismo ejercicio. Me visualizo haciendo esa tarea, desempeñando esa función, disfrutando de ese proceso, o lo que toque.

Te invito que lo pruebes. Ya sabes, los cañistas te criticarán, pero desde bien lejos, mientras tu avanzas, ellos están siempre estáticos amarrados a las cadenas de la crítica y la envidia. A si que, a lo tuyo, a crecer, a probar. Porque si no pruebas, no avanzarás. 

No estoy para venderos nada, y mucho menos desde la sala de espera del cielo, pero si me gusta tocarte el chip de la motivación y que intentes descubrirlo tu mismo/a. De verdad, pruébalo, no vas a perder nada, y aún no imaginas, todo lo que puedes llegar a ganar.

Yo de momento, voy a hacer el ejercicio de visualización, de como será la planta de abajo. 

- ¿Hace tanto calor como dicen? ¿Allí, podrás despertar tarde los domingos? ¿Estará permitido el sexo? 

Estoy deseando saberlo para poder contártelo.

Por lo pronto, os deseo una semana de muchas pruebas. Hazlo, y tendrás una semana exageradamente reveladora.