No alimentes al monstruo

El objetivo de este escrito, es hacerte consciente de lo que pasa, cuando dejas de alimentar al monstruo.
- Así, directo, sin presentación ni comentario alguno.
Pero para poder hacerlo, para dejar de alimentar al monstruo, primero tenemos que hacer un gran viaje. Prepara la mochila, la botella de agua, mete algo de comer y ponte ropa cómoda que nos ponemos en marcha.
Lo primero que tenemos que saber, es dónde habitan los monstruos. Llevo ya demasiado tiempo luchando contra ellos, por lo que he aprendido a identificar a muchos. Otros, por el contrario, tienen el poder de transformarse y llegar a ellos, cuesta mucho más trabajo. Por eso, llevar ropa cómoda.
Hay quienes aseguran, que los monstruos viven en cuevas, rodeados de oscuridad y telas de araña, esperando de manera impaciente la entrada de algún perdido, que tenga la osadía de adentrarse en la caverna para ser despedazado sin piedad alguna.
Otros por el contrario, dicen que los monstruos más horrendos viven en la espesura de los bosques. No sabemos hasta que punto puede que tengan razón, ya que hay quien dice ver monstruos en el lago Ness, o cocodrilos en el Pisuerga.
- Bueno, ¡¡¡te lo estás inventando!!!
- ¿Perdona? ¿Cuántos monstruos has vencido tu? A caso, ¿Sabes dónde viven?
A mi no me hagas caso de nada, sabes que debes de probarlo todo tu mismo/a. Pero sí que sé, que los monstruos más peligrosos, los más temidos, no habitan en oscuras cavernas ni en frondosos bosques. Los monstruos más mortíferos viven dentro de nosotros.
- Entonces, ¿es por eso que algunos dicen que su suegra es un monstruo? ¿Por que le han descubierto?
No lo sé, yo no estoy aquí para enseñarte nada. Hoy estoy aquí presente, para motivarte con todo, y para contarte los monstruos que he conseguido vencer. Cierto es, que no sin esfuerzo, porque cada batalla con cada uno de ellos, han ido acompañadas de momentos llenos de incomodidades y peligros.
Como seguro ya te has dado cuenta, el monstruo es tu ego. Algunos lo llaman ego, otros vocecita, mi otro yo, mi lado oscuro, la cara B de mí, mi segunda personalidad, el pensamiento negativo, el victimismo, la pena...
Cada uno que decida que denominación le gusta más para identificar a sus monstruos, y así poder dejar de alimentarlos una vez que descubren e identifican cuales son, y dónde viven dentro de uno mismo.
Por poner algún ejemplo, (siempre propios y probados) uno de los monstruos que conseguí vencer fue el del tabaco. Este monstruo es peligroso porque está bien aceptado por la sociedad y porque te mata lentamente. El dejar de alimentarlo (camino ya de 5 años) ha sido complicado, ya que al principio te sientes prisionero de él. Escapar es muy complicado, y no te cuento entrar en batalla hasta conseguir vencerlo. Pero lo vences.
Vencí al victimismo. Peligroso psicológicamente, ya que te consume poco a poco, te debilita emocionalmente, haciéndote creer, que todo lo que te pasa, es culpa de los demás (tus problemas de pareja, de dinero, de trabajo, de...). Aquí hubo que echar valor, averiguar que todo era producto y consecuencia de mis propias decisiones costó digerirlo y aceptarlo. Pero se consigue.
Lo único que te digo, es que luches contra tus monstruos, que todo lo que haces y piensas hoy, tiene consecuencias mañana, y los monstruos lo saben, por esa razón te quieren ignorante, para que no te des cuenta de ellos, ya que si comienzas a cambiar cosas, podrías comenzar a ganar la batalla. Que no lo digo yo, lo dice la vida.
Otro de los monstruos que vencí, fue el miedo a soñar. Todos tenemos sueños, metas, deseos, que por unas razones u otras, nunca nos atrevemos a realizar. Ahora que sabes que es tu monstruo el que hace que no te atrevas a soñarlo, puedes vencerlo. Siempre me gustó el tema de las finanzas y de la inversión, y gracias a entrar en batalla con ese monstruo, conseguí terminar un master de finanzas. ¡¡¡Un monstruo menos!!!
A mi, no me hagas caso, pero escucha esto.
Al igual que tienes los monstruos habitando dentro de ti,
también tienes las herramientas para poder combatirlos.
Estas líneas son únicamente para contarte, que tus monstruos son peligrosos, y además, van armados hasta los dientes. Las armas que usan, son tu conformismo y tus miedos. Miedo al cambio, miedo a tomar decisiones, conformismo con todo lo que te pasa, con todo lo que te rodea por mucho que no te aporte valor, que no te haga sentir valorado/ o realizado/a.
No me has caso, no te lo digo más veces, entra en batalla con ellos y prueba cosas. Cuando lo hagas, descubrirás que tu también cuentas con armas igual o más poderosas que ellos. Tus armas, es el tener los objetivos claros, el querer crecer y aprender. Tu arma, es tu capacidad para adaptarte, eso te hace dejar de tener miedo a cambiar cosas.
Ahora bien, tu arma más poderosa, es tu capacidad de crear el mundo en el que quieres vivir y sentirte bien. El rechazar y matar de hambre a todos aquellos monstruos que te quitan la sonrisa, sustituyendo estos por elementos que te aporten paz, tranquilidad, energía positiva...
- Pues lo siento Rubén, yo no me creo nada de esto.
Perfecto, te dije que no estoy aquí para enseñarte ni condicionarte a nada. Cada uno vive y decide, si continuar tomando cañas con sus monstruos, fomentando el victimismo, la pena, el tener la necesidad de criticar y reírse de los demás para intentar tapar sus propias derrotas o por el contrario entrar en batalla, y dejar de alimentarlos, para debilitarlos y poder terminar venciendo su batalla.
Decidas lo que decidas, estará genial. Es tu decisión, y sabes que cada una que tomas, tiene sus consecuencias, tanto para bien, como para mal.
Para todos los que decidís continuar dándoles de comer, hasta finales de mes, tenemos un descuento de un 5% de oferta en comida de monstruo.
Para todos los que habéis preparado la mochila y ya tenéis puestas las zapatillas y la ropa cómoda, os deseo una batalla exageradamente monstruosa.