GUÍA PARA ENTRAR EN EL CIELO.Capítulo 1

- Buenos días, pregunto por San Pedro.

- Sí, soy yo. Buenos días.

- Mira, mi nombre es Rubén, me han dicho que pregunte por ti, que eres tú quién abre las puertas del cielo a los recién llegados.

- Encantado Rubén, bienvenido. Por cierto, ¿Has rellenado el formulario?

- ¿Qué formulario?

- Pues hombre de Dios, el formulario con tus datos, el motivo que te ha traído hasta aquí, que es lo que esperas del cielo y porque deseas entrar en él. Solo así podemos hacer el estudio para saber si eres o no aceptado.

Claro, esto es como el primer día que me apunté a un gimnasio, me costó decidirme, porque tenía la creencia que todo el mundo se fijaría en mi y terminaría haciendo el ridículo delante de todos, ya sabes, cachondeo general. No sé si alguna vez has tenido esta sensación, a mí se me metió en la cabeza de tal forma, que estuve muchos años, hasta que finalmente decides apuntarte. Años perdidos por mi imbecilidad, cuando llegas, te das cuenta que todo el mundo está a lo suyo, y nadie a lo que haces tu.

- Disculpa San Pedro, ¿no tendrás un bolígrafo para prestarme? Ya tengo el formulario pero...

- Claro hombre, no te preocupes, salvo los que fallecen en la fábrica de Bic, el resto venís sin nada para apuntar. Cuando lo tengas me avisas, pero no puedo dejarte pasar hasta verificar si eres digno de quedarte aquí o tener que ir a solicitar estancia en la planta baja, ya sabes, dónde el calor es más intenso.

- ¿Y que hago mientras espero? ¿Tarda mucho esto de contrastar el formulario?

- No puedes pasar, pero lo que sí puedes hacer, es dar un paseo junto a la vaya que rodea todo el recinto del cielo. Igual te haces una idea de dónde pretendes entrar.

Durante el paseo, distingo la felicidad que habita dentro de este lugar, claro, es el cielo, y en el cielo no puede existir otra cosa que sea pureza, bienestar y disfrutar de la vida eterna ¿No es así? Paseo de manera tranquila, con paso lento. Me quedo fascinado de todo lo que voy viendo desde el otro lado de la vaya.

Supongo que es la misma sensación que tenía cuando dejabas el curriculum en esa empresa que todo el mundo hablaba maravillas, esa en la que estabas deseando entrar y solamente podías observar desde fuera ya que tardaban en gestionar las solicitudes de ingreso. Como en los campamentos de  verano, que cuantas más ganas de entrar tenía, más lejos me quedaba de poder hacerlo.

Un poco más adelante, junto al muro, distingo un hombre de mi edad más o menos. Dueño de unos ojos claros que parecen hablar y muy bien peinado, gira en el mismo momento que llego a su altura, quedando justo frente a mí.

- Hola, buenos días, disculpa, ¿puedo preguntarte algo?

- Claro, si problema. - Me responde con una bonita sonrisa en la cara-.

- Estoy haciendo tiempo mientras cursan mi solicitud de acceso. He podido observar que está todo limpio como una patena, blanco como el marfil. ¿Acaso disponéis de servicio de limpieza aquí en el cielo?

- Jajaja, ¡que va! El color blanco es porque hoy está despejado el cielo, y cuando sucede, las nubes se muestran de un blanco que da gusto verlas. Son nubes pirolíticas, se limpian solas. 

Agradezco su respuesta y continúo con el paseo, ¡nubes pirolíticas, que genios! Esto lo asemejo a cuando vives en casa de tus padres. Yo por lo menos tenía una experiencia parecida. Ahora que lo pienso, igual disponía de una habitación pirolítica, porque cuando llegaba a casa después de hacer el ganso todo el día, me encontraba mi cuarto limpio y recogido. ¡Ahora lo entiendo!

Ahora voy pensando, ¿Hice bien las cosas para poder ganarme el entrar aquí? Porque claro, todos somos muy buenos, pero llegado este momento seguramente todos dudemos. No conozco a nadie, que diga "yo he sido malo/a como un perro/a". He visto como hay gente que  despidiendo personas son felices, y lo argumentan todo diciendo que es parte de su trabajo, y puede que lo fuese, ¿Pero disfrutar? ¿esa persona también tendrá derecho a rellenar el formulario?

He visto a personas llevarse gorros y toallas de piscinas y balnearios. He visto robar. He visto insultar. Y sobre todo he visto a las lenguas envenenadas de odio y envidias criticar, criticar mucho. ¿Estos tendrás derecho a rellenar formulario?

Conozco personas que traicionaron a amigos leales por asegurar un puesto de trabajo, quitar una pareja o beneficiarse de alguna otra manera. Hay estafadores de dinero, de diferentes recursos y estafadores de emociones y sentimientos. ¿Estos también van al cielo? 

Escribo estas líneas porque lo estoy pensando demasiado. Para algunos, he sido buena gente, buena persona. Para otros en  cambio, he sido lo peor seguramente. Entonces, ¿Quienes tienen la razón? Os pondría una encuesta para votar y así salir de dudas. Rubén fue bueno, o ha sido un cabr... Pero es que ya estoy dando vueltas por el cielo, ya es tarde para tener que preocuparme de todo eso.

- No te acomodes amigo, si estás aquí fuera aún, es porque no tienes sitio asegurado en el cielo.

- Gracias, pero, ¿Tu quién eres? ¿Dónde estás?

- Arriba, en la rama, soy la serpiente. Seguramente has oído hablar de mí en el mundo del que vienes.

- Encantado, soy Rubén. ¿De verás hay gente que le deniegan la solicitud de ingreso?

- Ya lo creo, mucha además. Y no solamente eso, hay personas que prefieren vivir sudando en la planta de abajo, porque se niegan a vestir de blanco. 

- ¿En serio?

- Sé de buena tinta, que en el infierno se vive mucho mejor, No puedo decirte quien me pasa la información, pero me han dicho que van a despedir a San Pedro, dicen que no ejerce bien de portero del cielo. Además, sé que están formando a su sustituto y es mucho mejor. 

No me hagas caso, pero esto lo has visto demasiadas veces. Todo el mundo sabe y opina. Lo que haces, dices, y piensas hoy, determina tu mañana. Y no lo digo yo, en esta ocasión lo dirá un formulario. Ese formulario se escriba a lo largo de nuestra vida, con nuestras decisiones. En las puertas del cielo, solamente se rellena, toda la información ya está escrita.

- Entonces amiga culebra, ¿Qué me aconsejas?

- Serpiente. No me llames culebra que me jode. Y te aconsejo que seas egoísta, que decidas solamente por ti y por tus propios intereses. Si quieres llegar lejos, debe separarte de los más débiles. Nunca lo olvides.

- Lo apunto culebra. Gracias por tu ayuda desinteresada.

- ¡¡¡Culebra no!!! ¡¡¡Serpiente!!! Recuerda que me debes una. Recuérdalo, tendrás que devolverme el favor, no lo olvides.

- Tranquila, no lo olvidaré culebra.

- ¡¡¡Que te den asqueroso!!!

Tengo que dejaros, acabo de recibir un sms de San Pedro, he de presentarme en la puerta. ¿Estará ya decidido si entro o no? ¿Podré entrar sin más? ¿Me darán una túnica para estar aquí en el cielo? ¿Tendré taquilla? ¿Para pisar las nubes es necesario ponerse calcetines?

Ya os contaré que me dicen, por lo pronto os animo a escribir vuestra historia de la mejor manera posible. No sea que termines aquí demasiado pronto, y solo te haya dando tiempo a ser un sobrado/a, un chulo/a o simplemente un consumidor de tiempo sin sentido.

Valora todo lo que tienes y a quién tienes, cuando los tienes. Un día marcharán al cielo o a la planta baja, y te tocará esperar mucho para volver a verlos.
No quedes nada a medias.

Cuando eres la mejor versión de ti mismo, el mundo es mucho mejor. Algún día te darás cuenta.

PD: En mi pequeño paseo, aún no he visto a ningún iluminador criticador/ criticadora. Ahí os lo dejo.

- Buenos días San Pedro, me ha llamado.

- Si, pasa por favor y siéntate. Quiero comentarte algo importante...

Continuará....