La repetición que se repite, repetidamente.

Hoy quiero hablaros de uno de los peores enemigos que todos tenemos. Este enemigo, es uno de los más potentes que he conocido, y hacerle frente es realmente complicado. Es lento pero constante, apenas es perfectible al principio, pero demoledor a largo plazo. Silencioso pero letal. Es tan potente, que cuando lo identificas, en muchas ocasiones ya estás llegando tarde, y si tienes la suerte de pillarlo y hacerlo frente a tiempo, no sabes ni por dónde comenzar a atacar, como defenderte. Como he dicho antes, hacerlo frente es tan difícil como necesario. Exacto, hoy quiero hablarte de...
Te despiertas, cansado/a, sin ánimo de nada, de vuelta al trabajo. ¿Has tenido alguna vez la sensación, según llegas a tu puesto de trabajo, como si apenas hubiesen pasado solamente algunos minutos desde que te has ido de allí? ¿Que pereza verdad? Seguro que alguna vez lo has vivido, es más seguro que lo vives de manera reiterada. Pues has dado con ello, con esto hoy quiero hablarte de...
A mí me ha pasado. Lejos de las horas que pudiese dedicar a mi empleo, me ha pasado. Pero te pido que rebobines, hecha tu vista y pon tu cabeza a cuando comenzabas en ese trabajo. ¿Era diferente verdad? Aún recuerdo el primer día en mi antiguo trabajo, estaba muy perdido, pero muy ilusionado. Por cierto, hay quien dice que sigo perdido con 43 años.
- Ostras, ¿solo 43? Yo te echaba alguno más.
-Esto....otro día os hablaré que eso de decir la verdad siempre, tampoco es cierto, pero eso otro día.
Bueno, a lo que vamos. El día que descubran que solo puedes encontrarte una vez que te has perdido, les va a explotar la cabeza. Porque no hay nada más bonito, que perderse y descubrir cuando te encuentras, que era antes cuando de verdad estabas perdido, pero para pensar así y descubrirlo, es necesario perderse, y a eso lo tenemos pánico, mucho pánico.
Hoy te estoy hablado de un enemigo devastador. Este no solo se entromete en tu trabajo, también lo hace en tu vida personal, en tus aficiones, en tu vida amorosa... es como el agua, se filtra por cualquier sitio y pararlo no es imposible, pero sí complicado. El enemigo del que hoy te hablo es...
El enemigo es "La rutina".
-Pues yo no lo veo tan peligroso.
-¿No? ¿de verdad que no? Recuerda cuando conociste a tu pareja. Que guapo/a era, ¿lo recuerdas? Como te hacía reír con sus chistes, que salero, como le brillaban los ojos cuando su mirada se cruzaba con la tuya. ¿Lo recuerdas verdad? Ahora ves que sus chistes son una mierda, son malos de narices, y encima no tiene ni gracia cuando los cuenta. Hoy ves que es un seto/a y ya no ves brillo en su mirada, es más, a veces le confundes con Leticia Sabater. No, no ha cambiado, siempre ha sido igual, el problema es la rutina. Todo lo que es bonito y apasionante al principio, cuando se repite muchas veces, deja de serlo, pierde todo su encanto, pierde toda su fuerza.
A mí me encanta Coruña, cada vez que tenemos oportunidad elegimos perdernos por tierras gallegas. Pero soy consciente, me gusta y lo valoro porque lo poco gusta y lo mucho cansa, esto que tantas veces has oído es verdad. Si viviese allí, seguramente lo valorase igual, pero el disfrute sería muy diferente.
Soy y vivo en Valladolid ( para los que sois de fuera, que sé que sois unos cuantos ) aquí en Valladolid, tenemos muchas cosas chulas para ver y disfrutar, una es la iglesia de San Pablo. Me refiero a ella, porque muchas veces cuando paseas por allí, ves grupos de turistas con su guía, disfrutando todos de la fachada, viviendo su historia, fascinados por lo que ven. Pues nosotros pasamos y ni lo miramos, no prestamos atención alguna. Posiblemente en toda una vida no sepamos la riqueza que tiene ese fachada, porque como es "nuestra", es rutina, y como tal, el enemigo ha ganado la batalla, estamos sumidos en el mínimo interés de disfrutar lo que la vida nos pone delante.
Mi trabajo era genial al principio, siempre en el mismo lugar, con la misma gente, eso hace que puedas ser más cercano con tus compañeros, así es posible crear un gran equipo, una pequeña gran familia. Cuando llevas tres o cuatro años, el ir siempre al mismo lugar no está mal, pero de vez en cuando, te gusta escaparte y desempeñar funciones en otro lugar. Airearse es motivante, y tus compañeros ya son como hermanos, con unos te llevas bien, con otros podrías llegar a matarte. Diez años después, estás hasta los barquillos de trabajar un día tras otro en el mismo lugar. ¿ Es que nadie ve que trabajar siempre en el mismo sitio es un error? Y tus compañeros, que horror, siempre las mismas caras, las mismas penas, las mismas batallitas...¿ Te suena verdad? Se llama rutina. Tus compañeros siguen siendo los mismo que al principio, el problema es tu enemigo, las redes de la puñetera rutina. Y cuando aparece, te vuelves diferente, eres menos paciente, menos receptivo/a, más arisco/a . Eres otra versión de ti mismo/a.
No voy a contarte que esto, pasa en tu relación de pareja, en tu trabajo, con tus hijos, con tu mascota, al final te cansas de todo y de todos si siempre haces lo mismo. No, no quiero contarte nada de esto, lo que si quiero contarte es lo que hacer para luchar contra tu enemigo, te va a sonar un tanto raro, pero ya sabes, haz lo mismo...y siempre tendrás lo mismo. Haz cosas diferentes... y sinceramente, no sé que pasará, pero que estarás entretenido/a, no te quepa duda.
Venga, te cuento lo que yo veo. Lógicamente te lo cuento muy resumido, en solo tres partes.
Identifica el motivo de tu desgana. Eso que hace que tu rutina sea un castigo, una pesadez, eso que te quita tu energía. Identifica lo que hace ese proceso tan desagradable. ¿ Y para que tengo que hacer esto? Pues para que dejes de contarte idioteces y comiences a aceptar que eres una máquina de crearte excusas. Por lo menos, si vas a seguir engañándote, como poco que te sientas cada día un poquito peor.
- Que cabrón, ¿No?
- Pues si, a veces un poquito, pero lo hago por tu despertar. Algún día espero que me lo cuentes.
Haz cosas nuevas, diferentes. Caer en las redes de la rutina es hacer lo mismo una y otra vez, es repetir y repetir el mismo proceso, y volver a repetirlo, hasta que llega el momento que carece de interés, carece de motivación. Vives en automático. Vamos, que has dejado de vivir días, ahora solamente los consumes. En este apartado te invito a que hagas todo lo contrario a lo que estás acostumbrado/a. Hacer cosas diferentes hace que vivas momentos diferentes, ni mejores ni peores, pero si diferentes. Hay quien piensa que la organización y planificación de cada día es éxito. Es genial vivir con todo controlado. Pero también es genial descontrolarse de manera controlada. Estos días en Valladolid está lloviendo, sal al campo, mójate, llena tu calzado de barro, disfruta el presente. ¿Pero cuanto hace que no respiras aire de verdad?
De 8 a 15h trabajo, después de 15 a 16.30h comida. A las 17h voy al gym hasta las 18.30. A esa hora voy a por el niño, a recogerle de la extraescolar. Llegamos a casa, lavadoras, deberes, cena y a preparar la ropa del día siguiente, a planificar todo. Y así un día tras otro...¿Pero, cuando coño vives? ¿Aquí cuando narices se disfruta de algo?
Rubén, no es tan fácil, me estoy separando y... ¡Genial!, pues ideal para comenzar una aventura diferente, ¿Que no lo ves? Solo tienes que darte cuenta lo estupendo/a que eres y ¡actuar en consecuencia! Si te estas separando...¡enhorabuena! ¡Este es tu momento!
Rubén, es que estoy preparando mi boda, ya sabes...¡Genial!, pues si vas a casarte es estupendo, solo necesitas darte cuenta lo que haces hoy con tu pareja, para que lo hagas cada día de tu vida hasta que...no, espera, eso es rutina.....hoy lo tienes enamorado/a, pero si te repites una y otra vez al final...Bueno, si al final decides hacer lo mismo de siempre...pues eso, siempre puedes volver al párrafo anterior.
En serio, sabes que soy demasiado joven para dar consejos, por eso, solo te cuento lo que he vivido, lo que vivo y lo que hago por si puede añadirte valor. Sé de lo que hablo, he vivido abrazado a la rutina mucho más tiempo del que debería. Soy consciente de que nada es tan sencillo como parece. Muchas veces vivir siendo esclavo de la rutina no es alternativa, no es elección, es necesario. En esta vida todo cuesta, y las facturas hay que pagarlas. Por mucho que se quiera cambiar, hay veces que no es posible.
¿Perdona? ¡Ya has caído en las redes del enemigo otra vez! Claro que puedes cambiar, siempre se puede cambiar. No me hagas caso, compruébalo tu mismo/a, te mereces un cambio. Haz lo contrario de lo que estés acostumbrado/a a hacer. En lugar de visitar a tu madre lunes, miércoles y viernes, visítala martes y jueves. En lugar de vaciarte en agradar a los demás, llénate en agradarte a ti mismo/a. En lugar de ir a trabajar siempre por el mismo sitio, ve por un camino diferente, da rodeos, piérdete al volver a casa. En lugar de tomarte el café con sacarina, échale huevos a tu vida, ¡hoy azúcar, a lo loco! En lugar hacer siempre lo mismo, haz lo opuesto. A veces, planificar tu propia desplanificación, es aportar una sonrisa en tu cara. Si te estas separando, te han echado del trabajo, estás mal con un amigo/a, te ha salido un grano en la nariz, si vas mal de dinero, si estas enamorado/a, si vas de dinero muy bien, si vas a irte de viaje...¡Genial, es tu momento!
¿Que rutinas tienes tu? ¿Qué te gustaría cambiar? ¿Qué es lo que te cuesta borrar de tu día a día?
Sea lo que sea, está de tu mano en que todo eso sea diferente. Hasta de recoger billetes nos cansaríamos si lo hiciésemos cada día, uno tras otro. Te cansarías de ir siempre de viaje al mismo sitio, por eso hay quien comprar una segunda vivienda de veraneo y años después les apetece todo menos volver a ese sitio. De verdad, vivir con los grilletes de la rutina para mí, es uno de los peores castigos que podemos auto imponernos. Hoy es tu situación y tu momento es genial para comenzar. Hazme caso, comienza, te lo mereces por ser tan... ( pon el adjetivo tu mismo/a, que antes me has llamado viejo y no me da la gana hacerlo a mí).
¡Estupenda!, como eres unas persona estupenda, te mereces que te pasen cosas estupendas. Y para ello, necesitas elegir el momento más estupendo, para comenzar y que te pasen todas estas cosas estupendas. ¿Comenzamos o vas a seguir repitiendo una y otra vez tus mismas penas?
Siempre es buen momento para darte algo diferente.
Si no lo haces, es porque no quieres.
Recuerda, lo que haces en el presente, condiciona tu futuro. No lo digo yo, que lo dice la vida. Tu decides.
Como siempre, te deseo un presente exageradamente estupendo.
Correo. dtp.rubenarroyo@gmail.com