Hacerse pobre es fácil, si sabes como.

¡Que día de trabajo!, no puedo con mi vida. Estoy deseando llegar a casa. Voy a echarme una siesta, que espérate, no pongan denuncia mis padres, porque se piensen que he desaparecido. Arranco mi nuevo coche, ¡como suena! El otro no estaba mal, pero me paso el día trabajando como un negro/a, me merezco un cambio, la vida está para disfrutarla. Además me lo han quedado genial de precio, y como conozco a chico del concesionario, tan solo pago 300€ de cuota al mes. Verás la cara que pone Santiago, mi compañero cuando vea que llevo cochazo nuevo.
Suena el teléfono.
- ¿Que tal compañero? Si, claro, cuenta conmigo para la cena de navidad.
- Tocamos a 60€, copas aparte. Pero como este año dicen que quieren hacer algo especial...
- Venga, que no te he preguntado precio. Cuenta conmigo, ¿ qué son 100 o 200€ en una cena tío? ¡Para una vez al año que lo hacemos! La vida está para disfrutarla.
Verás cuando me vean todos estos también con mi coche nuevo. Estoy deseando que llegue, no puedo esperar a ver las caras de todos cuando vean lo bien que me va. Soy una persona de éxito.
¿Otra vez el teléfono? menos mal que me he comprado el nuevo Iphone 16, y las melodías son mucho mejores que las del 15. De verdad, por solo 1.500€ no entiendo como la gente no lo tiene. 30€ de cuota, si ¡ni te enteras! Total, la vida está para disfrutarla.
- Dime hermanito/a. Claro, cuenta conmigo, compro yo la tablet al niño. Nada, sin problema.
Pues mira, de camino a casa paro en El Corte Inglés y así miro la tablet al niño.
- Pues tenemos esta que son 190€ y esta otra, con más memoria, que se queda en 215€. -El vendedor, con la mejor de sus sonrisas.
- Genial, me llevo la de 215€. Que el niño tiene 8 años, pero es mejor comprarlo bueno y que le dure. Me llevo también la cazadora de cuero, que por 200€ está tirada de precio y me va genial para la cena de empresa. Pago con tarjeta, a cuotas de 50€.
Bueno que por 50€ al mes, me llevo una tablet, mi sobrino me va a comer a besos, y una cazadora estoy que rompo. Además de las vacaciones de verano solo me quedan de pagar dos o tres meses, a si que sin problema. Total, la vida está para disfrutarla.
Aparco con cuidado, no me gustaría rozar el coche. Lo tengo a todo riesgo, 900€, pero vale la pena solo por ver como miraba el vecino cuando he llegado. En fin, cuando les toque la lotería que compren uno igual, ¡Vaya! me olvidé de encargar a Santiago los décimos de lotería. Voy a encargar un par de ellos, 40€ que pueden cambiarte la vida.
Me preparo para ir a cenar con la familia, me pongo la camisa blanca que me queda estupenda, los pantalones negros que parece que el mismísimo San Pedro ha tejido en el cielo exclusivamente para mí, porque me quedan.... me pongo el reloj, un rolex, por supuesto. Mi cuñada cada vez que lo llevo lo observa, no dice nada, pero se que le gustaría tener uno igual. Pero claro, seguramente no pueda permitirse gastar 1.600€ en un reloj.
Agarro la bolsa, llevo el lechazo, un cochinillo y dos botellas de vino. Pero de vino, 35€ cada botella, no del agua sucia del super que compran siempre. Para beber eso, es mejor beber agua del grifo.
¿No hace falta que siga verdad? Todos conocemos personas así. En todos los grupos hay un...bueno ya sabes, una persona que... bueno alguien que va como que tiene y luego.... vamos, un/a ¡¡¡gilipollas !!!
Hoy quiero compartirte esto, porque llega la época de gastos incontrolados por excelencia. Llega la navidad. Dónde para ser feliz debes de gastar en idioteces varias.
- ¿Por que?
- ¡¡¡Pues porque si no eres un puto Grinch!!!!
Si en este país, dices que te gusta España lo iluminados te llaman facha, si dices que no compartes estas cosas de la navidad... te llaman ¡¡¡¡Grinch!!!!
- ¿Y a mi que me importa lo que me llamen o digan de mi?
-¡¡¡Pero por Dios!!! ¡¡¡que te van a llamar Grinch!!!!
Sabes que por mi edad no puedo dar consejos, solo te cuento lo que vivo. Y siempre te pido que no me hagas caso, que pruebes tu y seas tu mismo quien viva las cosas que te cuento. Pero te voy a contar algo. Escúchame.
Ya no puedo callármelo más tiempo. Creo que se está juzgando y condenando al Grinch sin motivo. ¿Pero es que no ves que al Grinch le gusta la navidad tanto o más que a ti? El Grinch, es un ser con un trabajo duro, con unos ingresos normales, que le cuesta pagar el puto precio del alquiler cada mes, que le cuesta comprar en el super lo básico para comer porque cada día está todo mucho más caro. El Grinch tiene cara de amargado porque ducharse con agua fría en pleno diciembre igual te quita las ganas de sonreír.
El Grinch, es el Grinch, porque una vez decidió dejar de ser el gilipollas del ejemplo. Sé que la historia te parece absurda. Pero piénsalo. cuando haces algo diferente al resto, ¿ como te trata el resto? Si decides dejar tu trabajo, pasas de ser muy, muy bueno, de promocionable dos meses antes de irte, a ser un vago. ( Duele, pero el tiempo hace justicia. Y la hizo, claro.) Si decides dejar a tu pareja de hace años, te tachan de adultero/a, seguro que hay otro/a, claro, siempre lo mismo. Si decides poner solución a tu dinero, es que seguramente te han lavado la cabeza, te ha captado una secta. Si te compras un coche, seguramente es que lo has tenido que pagar a plazos. Si no lo compras a plazos, seguro que el dinero sale de... Pues si no te da la gana dejarte llevar por la manipulación de la navidad, eres un Grinch.
Así que, te invito a que este año, seas un poquito más Grinch, y menos gastador de idioteces. Porque voy a contarte un secreto, (esto que quede entre tu y yo) cuando los seres de navidad pagan y pagan todas sus compras, absurdas la mayoría de ellas (por eso la cuesta de enero, la de febrero, el descalabro de marzo...) los Grinch, que han disfrutado la navidad, sabiendo que el mejor regalo no es el teléfono último modelo, sino la conversación con esa persona que le queda poca batería, esos, sin duda, son mucho más libres económicamente, no viven para impresionar. Son mucho más libres en su manera de pensar, puesto que no se dejan impresionar tampoco. Son mucho más felices, porque saben que la vida está para disfrutarla, pero nunca para comprarla. (apúntate esto último) Se puede disfrutar la navidad sin caer en el saco del consumismo sin sentido. Créeme, es una droga más, salir de ella es complicado. Y lo sabes.
Yo cuando veo la imagen del Grinch con su cara de mal genio, lo tengo muy claro. El Grinch no tiene esa cara porque no le gusta la navidad, la tiene, porque es capaz de ver que tu tendrás la misma cara en febrero. Pero bueno, la vida está para disfrutarla. Serás un ser arruinado/a, triste, pero con una cazadora de cuero, un reloj que sirve de bien poco para ser feliz mientras conduces una máquina con ruedas que desde enero vale un 30% menos.
Lo dicho, puedes ser pobre si sabes como. Hablo de ser pobre de felicidad. El resto, es solamente poseer cachibaches, eso sabemos hacerlo todos, solo hay que pagar a plazos e hipotecar nuestro futuro.
Recuerda, lo que haces en el presente, determina tu futuro. No lo digo yo, lo dice la vida. Bueno en este caso, también lo dice La Caixa, El BBVA, El Banco Santander, todos ellos están encantados de que te encante la navidad compulsiva.
Te deseo, como siempre, un presente exageradamente estupendo.