El criticador

Suena de nuevo el despertador, ¿ pero quién será el que inventó este cacharro? deberían de matarlo al día siguiente de inventarlo. Otro día que no puedo abrir las ventanas para ventilar por culpa de la puñetera lluvia, puto tiempo, esto parece Londres.
Pongo a calentar un café en el micro hondas, mientras, me doy una ducha rápida, que por cierto, hasta que sale agua caliente, he de armarme de paciencia, hablaré con el presidente de la comunidad, esto es un despropósito, no sé que hace ese hombre por la comunidad, parece mentira que él viva en ella. Saco el café y siento que no huele a café, ¿ como puede ser que un café recién hecho y no huela toda la cocina a café? Esto es culpa de los supermercados, lo que nos venden ni es café ni es nada. En fin.
Ofuscado y ya algo alterado me pongo la cazadora, cojo el paraguas, el de colorines, porque el negro, el mío, se rompió el otro día con un golpe de viento. Claro, sería de los chinos, ¡basura de productos que tienen los chinos!.
Tomando aire conforme salgo del ascensor, en el rellano me cruzo con mi vecino José Miguel.
-Buenos días José Miguel - pongo la mejor de mis sonrisas, ¡por supuesto!
- Buenos y lluviosos, me contesta él de la misma manera.
¡Puto falso!, seguro que esa sonrisa que me ha echado es más falsa que una moneda de madera, no entiendo tanta falsedad, yo nunca hago eso. Continúa lloviendo por lo que aligero el paso dirección al garaje para no mojarme, en esto, me cruzo con otra vecina que está sacando al perro, que digo yo, menudas horas para bajar al chucho y más con este tiempo, seguro que está más sola que la una para estar aquí ahora. Normal, con esa cara de amargada que tiene...
Llego a la oficina, ¡por fin llego a la oficina!, ¡puta ciudad!, caen cuatro gotas, ¿ y ya nadie sabe conducir? Nos ¿ volvemos todos imbéciles de repente? ¿ Y el aparcamiento? Todos los días más de 15 minutos para aparcar, que me lleva más tiempo el aparcar, que el tiempo que tardo en llegar hasta aquí, ¡que barbaridad!, ahora, que esto, es culpa del ayuntamiento, que para cobrarme los impuestos bien listos que andan, ¡putos sinvergüenzas!
-Buenos días Soraya, -saludo a la chica de recepción.
Que gorda se está poniendo esta chica, siempre ha sido fea, pero ahora encima de fea, es gorda barrilete ¿ y esas mechas de color rosa que lleva? ¿ Que nadie va a decirle nada? De verdad, que ridícula, no me extraña que siga siendo la "chica de recepción" pero como siga así, no valdrá ni para chica de la limpieza.
- ¿Tienes ya los informes que te pedí? - dice mi jefe mientras cruza por delante de mi mesa.
- Claro don Antonio, ahora mismo se los acerco a su despacho. -contesto de nuevo con la mejor sonrisa de mi repertorio.
Puto engreído, llevas aquí cuatro años y aún no sabes hacer nada en condiciones -me digo para mis adentros. Si fuese yo el jefe, esto sería muy diferente, ¡pero no!, no me interesa ese puesto, yo valgo más que de sobra para el puesto, pero prefiero tener vida, no como este iluminado, que seguro que nos trata así por que su mujer en casa no le deja ni abrir la boca. ¡Pardillo! En fin.
Al salir de la oficina rumbo a casa, mientras paseo a por el coche, que he tenido que aparcarlo dónde Cristo perdió la gorra, observo...¡ pero que puto despropósito! todo el día lloviendo, ¿y ahora se ponen en funcionamiento los aspersores de los jardines? Panda de ineptos, ¡si es que donde no hay no se puede sacar nunca! Si es normal, la cara de imbéciles que tienen todos los jardineros que estaban aquí el otro día, entre todos no hacen uno. ¡ y mira que eran! No me jodas, para podar cuatro setos, había aquí más gente que en el Bernabéu. ¡Claro, como pago yo con mis impuestos! ¡Panda de vagos todos! En fin.
Mira, estoy de los nervios, es que no puedo estar a todo, por lo que decido dejar el coche en la cochera, que por cierto, aún sigue sin luz, no sé a que coño está el portero, no sé para que le pagamos, ¿ que es incapaz de conectar dos cables? Menudo inútil. En fin, que dejo el coche y aprovecho que ha dejado de llover, y voy a dar un paseo por el parque, caminar entre los árboles siempre me aporta tranquilidad.
En el camino central del parque, han puesto los carteles de ferias, los carteles de los toros. ¡Putos toros!, panda de criminales todos, deberían de meterlos a ellos en la plaza y clavarlos las banderillas, y lo peor de todo es que la plaza se llena de ignorantes aplaudiendo como borregos. ¿ Y fuera? ¡ los anti taurinos!, ¡otros que tal bailan! Desde que está este alcalde la cosa va de mal en peor. En fin.
Al fondo están los puestos de artesanía, ¡más perros flautas!, seguro que todos tienen su "paguita", mis impuestos para mantener a esta panda de vagos, encima lo que venden es auténtica mierda, ¡mira que paraguas!, ¡si al final el de los chinos no va a ser tan mala compra! ¡Hippies mantenidos!
Decido sin más dar la vuelta completa al parque y tomar otra calle de regreso a casa, ¡que pena, todos los locales cerrados!, quién ha visto esta calle y quién la ve. Todo cerrado y los pocos locales que quedan abiertos, una cafetería y un bazar, los regentan los chinos, estos se están quedando con todo. Claro, ¡como ellos no pagan los impuestos como los españoles cuando abren un negocio!...y encima para después vender paraguas de mierda, que son mucho peor que los que venden en los puestos artesanales del parque. Putos chinos. En fin.
Decido entrar en la cafetería, un café antes de meterme en casa me sentará genial. Una pena que no pueda fumar, todo el mundo sabe que un cigarro a la vez que un cafecito es pura vida. Bueno, lo sabemos todos menos los políticos, ¡ bien fumarán ellos en los bares cuando no les vemos! ¡que solo viven para robarnos! ¡ Que ladrones, ¡es que me pongo malo! pero claro, en lugar de salir a la calle y quejarnos preferimos mirar para otro lado.
¡Míralos, todo viendo el futbol!, ¿ a caso el Real Madrid va a pagar vuestra vida? viendo fútbol no adelantamos nada, quién ve fútbol es por que no da más de sí. Una pena, además todo el mundo sabe que este partido van a perderlo, no tienen juego por las bandas y la defensa deja muchos huecos. ¡Joder que panda de paquetes!
¡Por fin!, estoy en casa, después de un día agorador, después de estar en todos los sitios uno se cansa, no puedo estar ayudando en todos los lados y a todo el mundo, el día que falte yo...en fin.
Consigo sentarme a ver mis series de Netflix, pies encima de la mesa, luces apagadas y......¡joder, ahora el puto teléfono! ¿ pero quién coño es ahora? Seguro que mi hermano, que puto pesado, seguro que necesita algo. Luego va de listo, igual que mi cuñada, que le come la envidia, que parece la reina de España y después no tienen ni para pagarse unas vacaciones de verdad, que terminan en un hotel de tres estrellas, ¡que tristes!. Mira ya hablaré con él, paso de atender el puto teléfono, por hoy creo que ya está bien.
¡Pero que exagerado Rubén!
- ¿ Exagerado? ¿ Seguro? Bueno, igual si, o no...no lo sé. Lo que sí sé, lo que veo, lo que me voy fijando, es que nos quejamos por todo, criticamos todo. Si hacen obras que porque no las dejan para verano que hay menos tráfico, si las hacen el veranos que es una vergüenza, todos los veranos lo mismo. Si vas despacio es que no tienes sangre, si vas rápido estás loco. Si votamos a los azules está mal, si lo hacemos con los rojos o los verdes también. Criticar, criticar, criticar... pero ¿ y para que?
Todos hemos oído todo esto. ¿Verdad o no? Todos conocemos a gente así, que lo sabe todo, que te dice como hay que hacerlo todo ( ojo, te lo dice, nunca te muestra como se hace), y se queja por todo. Casualmente estas personas son las que van siempre por detrás, fíjate, terminarás viéndolo tu mismo/a.
Ya sabes, a mi no me hagas caso. Sabes que soy demasiado joven para dar consejos, por eso solo te cuento lo que he vivido en primera persona. Yo solamente digo que:
- ¿ Y si en lugar de despertar de mala hostia cuando suena el despertador, agradecieras por estar vivo un día más? ¿Y si fuese hoy tu último día?
- ¿ Y si en lugar de quejarte de la lluvia salieses a disfrutar de ella mientras esta te golpea en tu frente? ¿ Por que no?
- ¿Y si en lugar de poner la sonrisa falsa, dejas de criticarlo todo y pones la sonrisa de verdad?. ¿ que pasaría?
- ¿ Y si dejamos de juzgar y criticar a las personas? si hacemos el esfuerzo de entender que cada uno de nosotros tenemos nuestra propia batalla, igual entenderíamos que ser feo, gordo, bajito o alto, es mejor que ser imbécil, y que además, todos tenemos espejos en casa.
- ¿ Y si dejas de opinar y te informas antes de hablar?, descubrirás que muchas cosas de las que piensas no son como te crees.
En definitiva, deja de juzgar, deja de dar clases, deja de opinar. De una u otra manera todos lo hacemos, todos nos equivocamos, es natural y ello no es un problema. El problema es no ser consciente de ello,¿ aún no te has dado cuenta que no necesitamos un salvador de la galaxia? Que no amigo/a, que necesitamos mas gente que aporte, mas personas que sepan escuchar y menos personas que quieran destacar.
Vive para ti, para ser feliz. Ayuda a quién te lo pida, opina cuando te pidan opinión, pero si no te piden ayuda ni opinión pon tu mejor sonrisa, la sincera, la que llena el alma de vida. Pon esa sonrisa y verás como todo a tu alrededor de una forma u otra cambia. Que no te lo cuenten, ¡vívelo tú!
Recuerda, lo que haces en el presente condicionará tu futuro. No lo digo yo, lo dice la vida. Tu decides.
Y como siempre, te deseo un presente exageradamente estupendo.
Correo: dtp.rubenarroyo@gmail.com
Para cualquier comentario o sugerencia, me encanta leeros.
Un saludo.