Agárralo como puedas

Anoche, entraba el sol por la ventana de mi salón, cuando empecé a escuchar muchos ruidos en la parte del armario. Los ladridos de los gatos no cesaban y las sirenas de las bicicletas y patines a pilas terminaron por despertarme.

Cuando me asomé a la terraza, pude distinguir la llegada de los bomberos en sus motos de agua. Salía muchísimo humo de los edificios de toda la calle, señal inequívoca, de que algo se estaba inundando a la velocidad de una babosa. Los vecinos alterados por tal catástrofe, decidieron llamar a los veterinarios del barrio para que apagaran el fuego.

Desde mi terraza, podía distinguir a los vecinos asomados a sus ventanas, con ceños fruncidos, caras de preocupación, dando saltos de alegría. Gracias a la cerveza artesana que manaba de las mangueras, el incendio se consiguió apagar. Los vecinos aturdidos, podían volver a sus casas, por desgracia, todo había quedado en un susto.

El caso, como ya me conocéis, pase lo que pase yo necesito dormir y descansar.

- Eso Rubén, tu a descansar. Se quema el vecindario y ¡¡¡tu a descansar!!!

- Pues si, ya sabéis el dicho, a buen descansador, buena sombra...

Así llegó la noche y sin sueño alguno caí redondo la verdad. Ahora, esta misma mañana, me he despertado muy temprano porque ha sonado la alarma de la almohada. (Estas almohadas de Ikea son del pasado, tienen cosas increíbles). Cuando he terminado de ponerme el pijama del Rey León para ir al trabajo, he bajado a cenar el desayuno que mi ama de picaporte me había preparado.

He acabado de desayunar, el lechazo de untar y el agua en polvo estaba delicioso la verdad, pero no podía perder más tiempo, así que he metido todas las herramientas que necesito para hoy en la nevera y la ropa del trabajo en el horno para tener una buena ducha cuando llegue a casa.

Con la corbata bien apretada al cuello del pijama, he llegado a la parada de helicóptero que me lleva al trabajo. Allí me encontré con mi mejor amigo ( No te preocupes Javi, no voy a nombrarte). Mi amigo Javi, (vaya, se me escapó) estaba muy cansado porque ayer se acostó muy temprano, a si que me propuso escaparnos a la playa un par de días a darnos un chapuzón.

Nada más llegar a Burgos, vimos que ese día las olas era enormes, por lo que a ambos, nos entraron tantas ganas de hacer alpinismo que aparcamos el cohete  y salimos muy despacio a toda velocidad. Queríamos disfrutar tanto, que se nos olvidó echarnos mermelada para el sol, y sí, nos quedamos fríos del sol.

Dimos un pequeño gran paseo por la orilla de la montaña e hicimos un castillo de nieve que hasta los jubilados que paseaban por Benidorm se quedaban mirando.

Antes de irnos nos volvimos a dar un chapuzón en el mar. Menos Ana, que no se lo dio, porque como no conocemos a ninguna Ana, pues no pudo venir con nosotros.

- Joder, ¡¡¡para, para!!!! Esto no hay por dónde cogerlo Rubén, ¡¡¡esto es absurdo!!!

- ¿Absurdo?

Absurdo es vivir toda una vida rodeado de lágrimas. Absurdo es pasarte toda una vida diciendo que hay cosas más importantes que el dinero, y estar hasta los 67 años trabajando todo el santo día por dinero.

Mira, a mí no me hagas caso, pero absurdo es que respondas que de algo hay que morir, cuando un amigo o familiar te dice que dejes de fumar, y cuando te diagnostican una enfermedad pulmonar te sorprendas.

No me hagas caso, ya lo sabes. Yo solamente te digo, que lo que haces hoy, determina tu futuro, y no lo digo yo, lo dice la vida. Y esta sabe que absurdo, es ver la isla de las tentaciones y preguntarte después porque tu hermana, la que estudia, lee y se deja los cuernos en todo, tiene más suerte que tu.

Absurdo es cada momento en el que sueltas la frase "la vida está para disfrutarla", y sales una vez al año de vacaciones, porque el resto estás llorando y lamentándote de que te sobra mes al final del sueldo. Pues si que disfrutas, sí.

- ¿Qué la historia escrita antes es absurda?

Absurdo es llevar una vida de críticas y envidias por no tener coraje a cambiar nada de tu vida. Absurdo es pretender cambiar algo de tu vida, sin hacer el mínimo esfuerzo por nada.

Absurdo es creer que todo lo que hay que cambiar para
crecer y mejorar es absurdo. Eso es lo más absurdo.

Absurdo es creer que el karma te va a traer algo bueno cuando lo único que haces en la vida es estar de fiesta y de cañas. Siento ser yo quien te lo diga, pero el Karma, es como los reyes magos, funcionan igual, tu pides y actúas, pero si no haces por ir al Corte Inglés a por los regalos, al día siguiente debajo del árbol, solo hay polvo.

Absurdo es no preocuparte por tu futuro y después decir que toda la culpa la tiene el Pedro Sanchez de turno.

Absurdo es que necesitemos un cambio en nuestras vidas, y Gran Hermano, la Isla de las Tentaciones y la salsa rosa, sean líderes de audiencia. Absurdo es lamentarte de tu situación amorosa, económica o laboral delante de la puñetera televisión, joder pero ¿Qué hay más absurdo que eso?

Pues ahí lo dejo para los que quieran su cambio. Para el resto, la isla de las tentaciones comienza en breve.

Os deseo un feliz mes de televisión exageradamente enriquec... perdón. Iva a soltar otra cosa absurda.